El cambio climático es una auténtica realidad, pero que seamos conscientes ahora (en mayor o menor medida) no significa que sea nuevo o que no estuviéramos sobre aviso.
Hoy, en Terrari, queremos mostrar algunas profecías que se postularon en la antigüedad y que en nuestros tiempos resuenan con fuerza y podemos comprender.
Las primeras que queremos citar corresponden a Juan de Jerusalén en sus escritos realizados allá por el año 1110 donde se cita:
“ Las enfermedades del agua, del cielo y de la Tierra atacarán al hombre y le amenazarán; querrá hacer renacer lo que ha destruido y proteger su entorno; tendrá miedo de los días futuros. Pero será demasiado tarde; el desierto devorará la Tierra y el agua será cada vez más profunda, y en algunos días se desbordará, llevándose todo por delante como en un diluvio, y el día siguiente la tierra carecerá de ella y el aire consumirá los cuerpos de los más débiles”.
“El hombre habrá cambiado la faz de la Tierra; se proclamará señor y soberano de los bosques y las manadas. Habrá surcado el Sol y el cielo y trazado caminos en los ríos y en los mares. Pero la Tierra estará desnuda y será estéril. El aire quemará y el agua será fétida. La vida se marchitará porque el hombre agotará las riquezas le mundo”.
Asimismo, Grigorij Yefimovich Rasputín (1869- 1916) profetizó:
“ Los mares entrarán en la ciudad y en las casa como ladrones, y las tierras se volverán saladas y la sal entrará en las aguas; y no habrá agua que no sea salada...”.
“Llegará un tiempo en el que el Sol llorará sobre la Tierra, y sus lagrimas caerán como chispas de fuego que abrasarán las plantas y quemarán a los hombres...”.
“El aire que hoy desciende a nuestros pulmones para llevar la vida, llevará un día la muerte. Y llegará un día en que no habrá montaña ni colina; no habrá mar ni lago que no sean envueltos por el hálito fétido de la muerte. Y todos los hombres respirarán la muerte, y todos los hombres morirán a causa de los venenos suspendidos en el aire...”
Como estas existen cientos de profecías y escritos que auguran un final desastroso para el hombre y la Tierra, y está en nuestras manos reaccionar antes de que nos encontremos en un punto totalmente fatídico en el que lo único que podremos hacer será ver como se suceden unas catástrofes después de otras y poco a poco vamos perdiendo lo más preciado que tenemos. La vida, tanto humana, como natural.
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