miércoles, 7 de septiembre de 2011

RENOVARSE O MORIR

La publicidad exterior ha pasado por distintas épocas, desde las primeras formas de expresión visual de las que disponía el hombre, pasando por el antiguo Egipto o murales en la antigua Roma y la ciudad de Pompeya. La imprenta facilitó la aparición de carteles que fueron sustituyendo a los pregoneros de las distintas cortes europeas y mundiales.



Los carteles publicitarios existen desde antiguo y han sabido adaptarse al tiempo y sociedad en la que se ubicaban. Pero, en las últimas décadas, se han visto, posiblemente, más amenazados que en cualquier momento de toda su larga historia. La conciencia medioambiental que azota a la población mundial y el creciente compromiso con el planeta, que afortunadamente, están calando en el ideario popular, hace que la publicidad exterior deba reconvertirse para seguir siendo el medio publicitario por excelencia.

La innovación juega un papel fundamental en esta nueva era de la publicidad exterior, con la aportación indispensable que brindan las nuevas tecnologías.

La renovación del medio se hace imprescindible para la supervivencia de estas empresas, y por ello, el presente y futuro de las clásicas vallas publicitarias y de los distintos soportes pasan por apostar firmemente por la sostenibilidad.

Existen actualmente distintos soportes publicitarios que ponen en marcha la regla de las tres R: REDUCIR, REUTILIZAR, RECICLAR. Han aparecido en escena lonas recicladas, que reducen el consumo del tan utilizado papel, y ese mismo papel puede ser ya papel reciclado.
 

Aunque la verdadera revolución reside en la utilización de energías renovables en los soportes de exterior más comunes. La iluminación de los monopostes publicitarios se obtiene de la energía solar mediante la instalación de paneles solares que aportan la iluminación necesaria y durante las horas apropiadas, reduciendo así la contaminación lumínica de las grandes urbes. Incluso esta iluminación puede provenir de la acumulación de energía generada por molinos eólicos situados en la valla publicitaria o conseguir que la misma valla sea el propio aerogenerador, la cual sirva para autoabastecerse o dotar de energía al edificio, en los terrenos del cual está instalado el soporte publicitario.

Las nuevas formas de iluminación con tecnología LED y las pantallas digitales se han convertido en poco tiempo en el presente de la publicidad exterior, reduciendo el consumo energético de las instalaciones publicitarias.


La educación ambiental es un concepto clave y necesario desde la infancia de cualquier ser humano, y un medio propicio para ejercerla, además de los centros de enseñanza, es a través de la publicidad exterior. Las banderolas publicitarias son un ejemplo de soporte muy interesante a utilizar por la administración pública e idóneo para lanzar un mensaje de sostenibilidad a la población local.

Asimismo, los mupis, al estar cerca del transeúnte pueden lanzar del mismo modo mensajes en favor del cuidado del medio ambiente, incluso, este mismo soporte, puede incorporar accesorios que permitan tirar pilas usadas o envases de aluminio y poder hacer una gestión adecuada de tan peligroso residuo.

La renovación publicitaria es constante y las compañías del sector están apostando cada vez con mayor fuerza por la responsabilidad ambiental.

Por ello, la publicidad exterior, tiene más presente que nunca el:

RENOVARSE O MORIR.

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