martes, 11 de diciembre de 2007

PROHIBIR LAS BOMBILLAS

Irlanda ha realizado un nuevo paso en la lucha contra el cambio climático, y es que, desde enero de 2009 queda prohibida la venta de bombillas tradicionales, los irlandeses tienen exactamente un año para acomodarse a esta nueva medida y cambiar todas sus viejas bombillas por las denominadas de bajo consumo.

Esta medida implicará un ahorro energético de 185 millones de euros en las facturas energéticas de los consumidores irlandeses, según informan fuentes del gobierno.

John Gormley, ministro de Medio Ambiente señaló que la bombilla tradicional de filamentos que todos conocemos "se inventó en la era de la máquina de vapor" y que por lo tanto, es un sinsentido, avanzar enormemente en ciertos campos de la tecnología y quedarnos rezagados en otras vertientes. El ministro indicó que esta medida "evitará 700.000 toneladas de emisiones de dióxido de carbono cada año".

Es una iniciativa que permitirá el ahorro energético por parte del consumidor y se trata de " un paso simple pero esencial contra el cambio climático", según han manifestado miembros de la organización ecologista Greenpeace.

Esta medida será adoptada por otros países, de esta manera, está previsto que a partir de 2010 se sume Australia a la prohibición de vender y usar la bombilla tradicional.

Se trata de una medida a priori eficaz a la par que interesante, y es que, cómo se decía anteriormente, no tiene sentido que muchos adelantos sustituyan a los tradicionales y que en según que campo, como puede ser este de las bombillas, sigamos utilizando las tradicionales porque son “las de toda la vida” cuando ha quedado demostrado que las de bajo consumo, son realmente eficaces y que permitirían acciones directas contra el cambio climático y que serán a gran escala si esta medida se adopta por la mayoría de países.

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