En las últimas décadas se ha disparado la demanda de productos órganicos procedente de las actividades agropecuarias obtenidos a través de cultivos ecológicos, se trata de una alternativa muy rentable y respetuosa con el Medio Ambiente.
Ahora bien, puede darse el caso de que se comercialicen productos supuestamente orgánicos en los que se han utilizado técnicas ecológicas, adobos procedentes de la materia orgánica pero han sido tratado con fertilizantes químicos, es decir, que esos productos no son completamente ecológicos.
Dichos venenos hacen retornar la agricultura actual a aquella agricultura tradicional completamente ecológica sin la utilización de productos químicos que se vió alterada a finales de los años 40 cuando se introdujeron esas sustancias que garantizaban mejores resultados, menores tiempos de cultivo y mucha más rentabilidad para los productores hasta que se demostraron ciertas características perjudiciales tanto para el ser humano cómo para el Medio Ambiente. Los mismos químicos propusieron una solución a estos problemas, un pesticida llamado DDT, hasta que se demostró que esta sustancia era productora de cáncer y que los insectos que sobrevivían a este veneno tenían una descendencia totalmente inmune a esta sustancia.
Es a partir de aquí cuando se empizan a desarrollar los llamados venenos orgánicos, compuestos que contienen átomos de cloro en su molécula y que poseen una alta toxicidad para los insectos. Este tipo de veneno tiene muchas ventajas que ayudan al crecimiento de las plantas.
Un ejemplo de este tipo de veneno se consigue del árbol de Nim, Margosa o Lila Índia, árbol procedente de la Índia, el cúal puede alcanzar una altura de 15 a 20m en poco tiempo, ya que, cuenta con un crecimiento rápido. De este árbol se conocieron sus propiedades porque quedaba demostrado que en la época de plagas de cigarras, únicamente el Nim quedaba verde sin ser devorado por estos insectos.
El Nim contiene ciertas sustancias que lo hace actuar como si fuera una cortisona. Por ejemplo, uno de los componentes mas importantes, la azadirachtina, interfiere en la metamorfosis de la larva de los insectos, evitando que se desarrollen en crisálidas, y por tanto, mueren sin producir una nueva generación, esta sustancia posee un gran poder insecticida y fungicida. En los insectos adultos, además de inhibir la formación de quitina, la azadirachtina interfiere en la reproducción de estas especies. Otra sustancia que contiene el Nim, la salanina, es un gran repelente.
Por ejemplo basta rociar el producto sobre las hormigas, que no mueren en ese instante, sino que transportan el veneno hacia el hormiguero, donde actúa como fungicida acabando completamente con ellas, es decir, no actúa sobre un sólo individuo sino que con la aplicación a uno sólo, puede acabar con toda una comunidad.
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1 comentario:
claro que es posible salvar el planeta todo depende de nosotros
hola te enlace ami directorio www.elgrid.com hay q unir fuerzas ok bye
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