Se trata del BioBuggie, la creación del arquitecto francés Philippe Gallois, el cual asegura reducir las emisiones de gases contaminantes hasta en un 57% respecto a los coches convencionales son que resulte mermada la potencia de este.
El vehículo se abastece de biocarburante, en este caso bioetanol E85, formado por una solución de etanol al 85% junto a un 15% de gasolina, pero esta no es la única iniciativa ecológica que incorpora el nuevo participante de la prueba. El coche está provisto de células fotovoltaicas, las cuales se encargan de accionar las baterías del automóvil, desplazando así el alternador para conseguir la misma función pero a través de energías renovables.
La parte trasera del automóvil, está construida con fibra de kevlar pero el biobuggie puede presentar nuevos cambios en el diseño que le conferirían al coche mayor valor medioambiental, como la sustitución del kevlar por una fibra con almidón de maíz, lo cual hace al material más ligero y más sostenible. Otro cambio que se prevé que incorpore el biobuggie se trata de una pintura, actualmente en fase de diseño por Dai Nipón Printting, para la carrocería la cual se basa en una película solar encargada de producir electricidad para el automóvil.
El biobuggie incorpora además planchas biodegradables de brezo o bien filtros de papel que evitan la entrada de polvo al motor o bien pintura al agua.
Es una gran apuesta que se introduce en una de las industrias más importantes como es la automovilística, además de ser una de las más peligrosas medioambientalmente hablando, debido a la gran cantidad de coches existentes en el mundo y la gran cantidad de emisiones que estos producen. Es de gran importancia que se incorporen medidas “verdes” en los automóviles y que estas se muestren en pruebas de tan gran alcance cómo es el París-Dakar, uno de los referentes dentro del calendario automovilístico de todo el mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario