MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR

Sabemos que el cambio climático nos reportará una serie de problemas en mayor o menor medida si no actuamos de forma efectiva y con total urgencia. Ahora bien, estos efectos son totalmente imprevisibles y algo que pudiera parecer de lógica puede convertirse en todo lo contrario.
Me estoy refiriendo concretamente al nivel del mar, desde hace tiempo se viene diciendo que el cambio climático haría subir el nivel del mar pudiendo incluso anegar zonas habitadas que se encuentren muy próximas al litoral y que tengan una baja altitud, de hecho esta idea es, a priori, una idea lógica, ya que, el calentamiento del planeta provoca una fusión del hielo de los polos y aumenta la cantidad de agua de los océanos.

Pues bien, ahora vía genciencia, se afirma que el cambio climático puede hacer bajar el nivel del mar, debido a que, efectivamente la temperatura global del planeta aumenta y aunque aumenten unos 2 o 3ºC,la temperatura de estos sigue estando por debajo de 0ºC, por lo tanto, en estado sólido, en cambio ese incremento de temperatura en la masa helada haría aumentar a su vez la capacidad higrométrica del aire, que propiciaría la caída de más nieve con la consecuente acumulación de hielo.

Este hecho se recoge en el informe del IPCC del 2001 “Climate Change 2001: Synthesis Report” en el que se recoge la posibilidad existente en que el cambio climático haga bajar el nivel del mar.

Por lo tanto, queda de manifiesto que los efectos del cambio climático no siguen unos modelos rígidos y que esta posible variación en los efectos nos hace todavía más vulnerables a los problemas medioambientales. Un hecho que es lógico, si finalmente resulta todo lo contrario puede acarrear consecuencias mucho más negativas que las esperadas.
Es imprescindible estudiar las consecuencias que puede traer el cambio climático con tal de poder minimizarlas o por tal de actuar sobre las posibles causas, pero debido a esta variación de los modelos esperados, se hace mucho más importante la afirmación que reza que:
Más vale prevenir que curar.